se necesita una sanidad mental.

A veces pienso que me gasto más de la mitad de mi vida, tratando de entender mis estados de ánimos.
Es que la cualidad que tengo de tener que justificarlo todo, me perturba y no me dejar ser, así con esas tres letras simplemente S E R.
Tener que justificarlo todo es un problema que no es fácil de solucionar, pensar demasiado no me gusta, me hace crear y crear y crear más hipótesis, que muchas veces resultan ser falsas, pero que muchas otras me hacen descubrir cosas que quizás no estaba lista para descubrir.
En un lenguaje más popular, el resultado de todo esto seria “uh la mina rollera”, puede ser que así sea, pero no lo es.
La necesidad de aprender más y más la he tenido desde siempre, la curiosidad de investigar, la pasión por lo que me gusta y lo que hago, me hace adentrarme aún mas en las cosas de mi interés. Leer bastante te hace mantenerte con un horizonte de posibilidades mucho mas grandes, a veces con tanta filosofía las cosas se confunden y se pasa a un plano totalmente sublime donde la realidad se confunde con tus sueños o con la mitad de ese inconsciente que se hace presente cuando la sensibilidad de adentra y uno empieza a sentir esas cosas… esas que nadie más que tu pueden sentir.

No hablo de que sea malo o bueno, pero si quiero tratar de expresar que sentirse incomprendido, cuando toda esta sensibilidad se hace presente es totalmente atroz, que las cosas más simples sean las que mas te duelen, despertar sintiendo olores que te llenan de recuerdos, tratar de no sentir esas cosas que te llenan los ojos de agua… mirar y que todo, absolutamente todo te recuerde a él, no soportar nada que te llene de nostalgias de los días pasados y por sobretodo necesitar esa piel, esa otra piel rozando la tuya, con una caricia sincera, es terrible.
Por más que uno trate de explicar estas situaciones internas nunca logra hacerlo, creo que las únicas personas que podrían llegar a entenderte un poco más, son las que de una u otra manera tienen un grado de sensibilidad parecida a la tuya, las que se cuestionan el tener tristezas por problemas amorosos, como yo, las que se dicen sensible ante cualquier cosa, por mínima que sea…
Lo más grave de esta problemática será cuando llegue un momento determinado, en que con tanto cuestionamiento, tantas penas, lágrimas, sensibilidades, amores, desamores y problemas la realidad “absoluta” se empezará a confundir con la realidad “mental”. Ahí cuando empiece a suceder esto, es cuando realmente comienzan los problemas, y ahora trato de no cuestionarme más y de buscar una posible solución a este pensamiento tan herrado que nace crece y se desarrolla en mis débiles neuronas.
Chao gracias